La fertilidad del varón puede verse comprometida de muy distintas formas, las más frecuentes suelen afectar a la calidad espermática y a la capacidad para eyacular y depositar el semen en la vagina durante el coito.

El varón puede presentar alteraciones funcionales y/o anatómicas que ocasionalmente le impedirán depositar el semen en la vagina durante el coito como ocurre en la disfunción eréctil, eyaculación precoz, excesiva obesidad corporal, un tamaño anormal del pene o una desviación pronunciada del mismo. En otras situaciones a pesar de realizar el coito no se produce la eyaculación, este fenómeno se conoce como aneyaculación, o se dirige a la vejiga urinaria en los casos de eyaculación retrógrada.  También se considerarán aquellas situaciones en las que resulta imposible finalizar el coito por motivos psicológicos.

La inflamación y el dolor testicular suele estar asociado a lesiones o alteraciones de la estructura fisiológica del testículo. Algunas infecciones y el varicocele o dilataciones venosas, pueden alterar el estado de los espermatozoides.

Otras alteraciones del testículo pueden estar originadas desde la infancia por un defecto en el desarrollo testicular, algunos de los procesos más frecuentes son la criptorquidia producida por un descenso incompleto de uno o  de los dos testículos a la bolsa escrotal.

Para determinar un defecto en la producción espermática es necesario realizar un espermiograma en el eyaculado; con este estudio valoramos la cantidad, movilidad y la apariencia o morfología de los espermatozoides. Esta valoración nos permite emitir un diagnóstico y aconsejar el tratamiento adecuado. Si no existe ningún defecto en la observación consideraremos un resultado de normozoospermia.



Los resultados del seminograma no son definitivos, pero son muy útiles para estimar el potencial fértil del varón y explorar posibles causas de la infertilidad. Los resultados se presentan con los siguientes términos, sin exlcuir que puedan aparecer de forma conjunta algunos de ellos.

Oligozoospermia

Cuando presenta una concentración de espermatozoides por debajo de lo normal. Puede subclasificarse como leve o severa.

 

Azoospermia

Cuando en el eyaculado no se encuentra ningún espermatozoide en su forma madurativa final.

 

Teratozoospermia

Cuando la proporción de espermatozoides con aspecto normal está por debajo del umbral de referencia. En estos casos los espermatozoides presentan alteraciones en la cabeza, pieza intermedia y cola.

 

Astenozoospermia

Cuando los parámetros de movilidad, están por debajo de los niveles considerados como normales.

 

¿Qué ocurre cuando no se encuentran espermatozoides en el eyaculado?


El hecho de que no se encuentren espermatozoides puede deberse a una obstrucción a lo largo del conducto de salida de los testículos. Cuando no hay espermatozoides o están en muy baja concentración, puede tratarse de una patología de carácter secretor. Cuando esto ocurre determinaremos donde se produce el defecto en el proceso de eyaculación espermática d identificaremos si la espermatogénesis tiene lugar en el testículo o no. El procedimiento recomendado es la biopsia testicular, que consiste en la extracción bajo anestesia local de una pequeña pieza de tejido del testículo, que se examinará para determinar la presencia de espermatozoides y si fuese así se criopreservará.